Un sábado por la mañana decides ir a hacer la compra al supermercado más cercano, pero esa brillante idea no la has tenido sólo tú. No. Así que te dedicas a esquivar carritos ajenos, conducir el tuyo sin dañar a ningún niño que corretee, y esperas paciente a que la señora que tapa la sección de lechugas escoja la suya.
¿Estamos inmersos en la historia ya? Vale.
Situación 1
Estás en Frutería. Ves unos melones (y no son figurados) y empujas tu carrito directa hacía ellos, al tiempo que un chico majo, muy majo, también ha tenido las ganas de comprar melón.
Se me ocurren dos subsituaciones a esta situación.
Nº 1: Que Entables conversación con el chico majo sobre si son más buenos los de piel de sapo o esos pequeños. Si los melones del Hijo del Papa* O si también acompañas al melón un poquito de jamón para un entrante. Tras una interesantísima disertación sobre melones, decidís acabar la compra y tomaros un café.
Nº 2: Que cojas el melón que te haya gustado más, lo pones en tu carrito y sigues haciendo la compra.
Situación 2
Estás en la sección de higiene. Compras tampax (a 5 euros la cajita, no se vayan a pensar que ser mujer es barato…) y toda la retahíla de higiene femenina. Añades un champú, y cuando estás pensando que desodorante comprar, encuentras a un chico majo intentando decidir si el Axe será realmente efectivo para que se te peguen como moscas.
Subsituaciones:
Nº 1: Le recomiendes un desodorante, metiendo las narices donde no te llaman, que a ti Rexona nunca te abandona y que huele estupendamente, y hacéis una disertación igual de interesante que la de los melones sobre desodorantes. Al final… os tomáis un café.
Nº 2: Coges el desodorante, que acompaña a los tampax y al champú volumen en el carrito, y te piras a seguir haciendo tu compra.
Situación 3 y última
Estás esperando en la cola con el carrito hasta los topes, detrás de ti hay un chico majo, a la hora de pagar, resulta que te faltan dos euros, no llevas la tarjeta y además del bochorno pueden pasar dos cosas:
Subsituaciones:
Nº 1: Que el chico majo, todo caballeroso él, se ofrezca y te pague los dos euros y entabléis conversación sobre la necesidad de llevar siempre la tarjeta encima por si no hay a mano un chico tan majo como él que te pague los dos euros… Al final os tomáis un café (que paga él porque tú te has quedado tiesa) aunque los congelados pasen a mejor vida.
Nº 2: Devuelves algún artículo, los tampax no, Pero si quizá el melón.
¿Qué opción es la más factible según vosotros? ¿Qué probabilidad hay de encontrar en el supermercado un chico majo con el que entablar conversación sobre melones o desodorantes? ¿Qué opináis? Mañana contaré (que este va a ser el post más largo del mundo y no quiero aburrir a mis sufridos lectores) a qué se debe todo esto.
* Para aquellos que no los conozcan, los melones “EL hijo del Papa” es una marca absolutamente real, además de que son los mejores melones que he comido nunca, juraría que son de mi tierra, que somos “asín” de originales poniendo nombres comerciales
El Eco de mi Neurona 
¡No puedo esperar a mañana para saber el desenlace!:) Un beso.
By: susana on septiembre 21, 2009
at 9:47 am
Obviamente las segundas opciones, por que los chicos majos, como dice la estadística ya estamos colocados.
¡¡¡Uaaaaaaaaaaaaalaaaaaaaaaaaaaaa, toma farol!!!
No en serio, la bondad no abunda demasiado. Recuerdo un día que dejé pasar a una chica que levaba tan solo dos cosas y una de ellas era el novio, que cuando me vió hablando animadamente con su chica casi me parte la cara.
By: Mon on septiembre 21, 2009
at 10:17 am
Yo no compraría algo que se denomine «piel de sapo» que una, por mucho que le digan, es una princesa, y de sapos ya va sobrada… En mi caso lo más factible sería la tres, incluso creo que iría acompañada de una cara de asco de esas de «te puedes quitar del medio??? es que no ves que tengo prisa????».
Vaaaale, he tenido mal día y llevo toda la mañana gruñendo. Si no, igual le regalaba un melón t yodo al chico.
Bechis
By: nina on septiembre 21, 2009
at 11:09 am
Quería decir la b… lo dicho, very bad milk in a very bad morning
By: nina on septiembre 21, 2009
at 11:10 am
Joder Nina, darte los buenos días es toda una aventura!
By: Mon on septiembre 21, 2009
at 11:36 am
jajajaja la mayor parte de los días tengo buen despertar 😛
By: nina on septiembre 21, 2009
at 2:48 pm
¡Eso espero…!
Besazo.
By: Mon on septiembre 21, 2009
at 8:56 pm
joer y yo atascada en la cola del carrefour media mañana del sábado y lo más interesante fue explicarle a un sexagenario por qué no daban ya bolsas gratis…( aunque creo que no se entero de ná, sólo que ahora había que pagar)
By: coletas on septiembre 21, 2009
at 12:30 pm
Pues en mi caso y sustituyendo al chico majo por uno similar pero del sexo contrario … siempre la 2. La respuestas nº1 solo ocurren en las películas (y tal vez a ti, veremos mañana … jejejeje).
Besotes.
PD: Te tomo la palabra en lo de las vacaciones del año que viene, eh? 😉
By: midnightsong on septiembre 21, 2009
at 12:49 pm
Yo lo que creo es que la compra te apetecía menos que tragarte la biografía de Paquirri,y que lo que realmente te apetecía era tomar un café,cn cualqier excusa,jajaja.Y la verdad,no veo tan improbable la opcion de conocer a un perfecto gentleman en la secció de melones.Un beso
By: Pikifiore on septiembre 21, 2009
at 1:48 pm
En mi caso probablemente sería la dos, tengo la costumbre de ir por el super con los mp3 puestos y eso normalmente no anima mucho a dar conversación… Aparte de que cuando jamás ves comedias románticas pero te has tragado todos los capítulos de Mentes Criminales, Bones y similares, te vuelves pelín paranoica y si el desconocido te invita al café tú ya ves al forense de turno recomponiendo tus restos en plan puzzle…
Pero bueno, si lo piensas, aunque no sea lo más habitual, es una forma cualquiera de conocer gente, que no todo tienen que ser los bares de copas o la gente de tu entorno habitual. Un conocido mío una vez se ligó a una chica en el tren, porque les tocó ser vecinos de asiento, así que ya ves tú…
By: MissMurphy on septiembre 21, 2009
at 2:41 pm
Yo iba a decirte que la situación no es muy real porque es, realmente raro, encontrarse a un chico majo en cada sección!! Jajaja!!!
Pero siendo tú… todo es posible!!
Queremos desenlace ya!!
Un besitooo
By: acoolgirl on septiembre 21, 2009
at 5:51 pm
Mmmmm, depende.
Modo ñoño ON: darle charla al zagal en la sección de melones y añadirle algo de humor al nombrecito comercial. Sí, terminaríamos en una cafetería contándonos nuestra vida y mirándonos con ojitos brillantes como en las pelis.
Modo realista ON: con lo cortona que soy, sonreiría, me pondría colorada y seguiría con mi compra.
By: Sophie on septiembre 21, 2009
at 9:23 pm
Ufs, si esto ocurre un sábado por la mañana, no quiero ni imaginar lo que sucede esos domingos en los que abren los centros comerciarles de manera excepcional, ahí tendrías incluso para las subsituaciones
Nº3: la de la típica familia que no tiene nada mejor que hacer con niños-petardo que se tiran delante de tu carro mientras intentas hacer la compra,
Nº4:los que deciden hacer la compra de dos meses (con las consecuentes colas interminables en la caja en la que tu estás),
Nº5:y van dos jubilados que no sabían cómo funcionaba esa compleja ecuación de báscula-tomates, por lo que cuando la cajera les va a cobrar tiene que llamar al de los patines para que venga a socorrerla y se lleve todo a pesar a la otra punta del hipermercado (y por consiguiente: atasco en la caja en la que tu querías pagar, otra vez).
En domingo no se contempla la opcion Nº1, porque el chico majo de los melones/desodorante/y de la caja (¿es un 3 en 1 o son tres majos distintos?) ha salido el día anterior y hoy está de resaca. Así que descartada la 1, me quedo con la 2 que planteabas, me llevo los melones, me voy con mi champú y a la hora de pagar… pues tendré que dejar el desodorante pq Mr.Card no ha aparecido.
By: productotemporada on septiembre 21, 2009
at 10:37 pm
No sé no sé, eso de encontrarse un chico majo en cada sección suena a utopía…. jajajajaja. Yo es que escogería las subsituaciones nº2, voy muy a mi royo! jajajaj
Besotes
By: Ika on septiembre 21, 2009
at 11:02 pm
Pues difiero de casi todos los anteriores.
No digas nada, que si tiene que venir él, vendrá. De eso estoy seguro.
Además, nos gustan las chicas que se hacen de primeras un poco las duras, aunque luego sean simpáticas.
A los chicos, por regla general, nos pasa que si conseguimos las cosas relativamente fáciles, no las valoramos igual. Aunque creo que esto es extensible a todos. Así es, somos algo masocas.
Besotes.
Besos.
By: Sega on septiembre 22, 2009
at 9:38 am